El presente libro es el resultado de mi personal investigacion basada
fundamentalmente en testimonios aportados por kienes decidieron participar,
siendo importante destacar la totalidad de los principales involucrados
recibieron la oportunidad de expresarse. La libertad con la que la cuentoal
no ser parte de ningun medio periodistico en particular que me condicione
a callar la realidad de su historia, me permite volcar la informacion recogida
aguardando el mayor respeto posible, pero sin dejar que esto me inpida
develar los acontecimientos que perjudicaron, demoraron o desvirtuaron
la senda de V8. Solo resta decir que quienes se sientan dolidos aguanten
el peso de la verdad.
Durante toda la mañana de un sabado del mes de julio del año 1978, los pobladores de las zonas lidiantes de Santos Lugares escucharon por altoparlantes la publicidad que anunciaba la proyeccion por unica vez, de la pelicula "La cancion es la misma" de Led Zeppelin. Fundamentalmente atraidos por el deseo de verse reunidos en un tiempo que mezquinaba oportunidades, los rockeros de todas las edades se convocaron en el cine de Santos Lugares- Allí, aquella especialmente fria noche de invierno, un chico de 16 años llamado Ricardo Iorio conoció a un tal Ricardo Moreno, de 18, a través de cuya amistad se organizaría la creacion del grupo más pesado, rebelde y contestatario de la escena musical argentina: V8
Habia nacido en Capital Federal, viviendo hasta los 10 años por la Av.
Entre Ríos, edad en la que se trasladó a la localidad de Caseros, provincia
de Buenos Aires.
Hijo de madre soltera, su niñez soportó sin conocer el molde de la
figura paterna, pero con toda la dedicación de su madre, quien trabajaba
en los quehaceres domésticos de una casa de familia, conformada por un
matrimonio mayor que adoptó espiritualmente a Chofa, considerandolo como
un nieto y brindándole la poca seguridad económica que le ofrecía el panorama
de su vida.
Pero la personalidad de Chofa quedaría sellada definitivamente al padecer
de asma crónica, cruel enfermedad que arrastró consigo desde muy temprana
edad, prohibiendole saltar y correr libremente en su infancia, posteriormente,
en su adolesencia cortándole más de una diversión, al no permitirle nunca
olvidar la inferioridad de sus condiciones fisicas.
No resultaba extraño entonces que fuese un muchacho introvertido,
de pocas palabras, celoso de sus sentimientos y dueño de un espiritu ligeramente
burlón, gustandole extraer de la gente sus caracteristicas más pronunciadas
y satirizarlas. Su paso por la secundaria duró unos tres años, cursados
en un par de escuelas de enseñanza industrial, en zona noroeste del Gran
Buenos Aires. Al dejar esta etapa atrás, ya le atraía la musica y así es
como poco tiempo después, logra comprarse una guitarra Faim usada y ante
la necesidad e imposibilidad de adquirir un equipo, arma uno mediante sus
conocimientos de electrónica, adaptándolo al chasis de un televisor.
Notando la buena relación creada entre él y su instrumento, Chofa
advierte que cuenta con algo no muy común llamado talento, e intuye que
tal vez no todos los caminos le estén vedados, por lo que dedica todo su
tiempo a tocar la guitarra, siempre y cuando el vamos con el firme convencimiento
de hacer rock bien pesado.
Nacio en el Hospital Carrillo de Ciudadela el 25 de junio de 1962 y crecio
en la zona sur de Caseros, donde hoy se encuentra el barrio Carlos Gardel,
Provincia de Buenos Aires.
Fue segundo hijo del matrimonio muy joven de escasos recursos, y
desde su infancia manifestó su rebeldía a toda la imposición autoritaria.
Sus estudios primarios dieron muestra de su desinterés y despreocupación
y la etapa de la secundaria la vivió como una interminable pesadilla en
la cual sus continuas manifestaciones de insurrección y desgano motivaron
su paso por varios establecimientos educativos, siempre de enseñanza industrial.
Por el año ´75, Ricardo tenia 12 años y ya escuchaba a grupos como EL
Reloj y Manal. Cursando el 1° año en el ENET N° 1 Italia (San Justo)
le llegan rumores señalando la existencia en Lomas Del mirador de la sala
de ensayo de EL Reloj. De ahí en mas Iorio recorre la zona en largas caminatas
solitarias, con la ilusíon de poder escuchar algún ensayo de este grupo.
Tras insistentes pedidos finalmente, en junio del ´78 llega a sus manos
el prumer bajo, un Faim Jazz Bass de color blanco, regalado por sus padres
en ocasión de su cumpleaños.
Su interés por la musica despertó a temprana edad, siendo entonces demorado por
un impulso predador de todo aquello que lo rodeaba, luego alentado al desarrillar
todo su potencial de rebeldía, causa fundamental en esta historia, puesto
que el reniegue de Iorio fue bastíon sobre el cual se afirmo la obra de
V8.
Ocasionalmente V8 se presenta en el mes de marzo, en el club Pinocho de Villa Urquiza. Esto se logra por la relación sostenida con Horacio Cristofanetti, coautor del tema “Si puedes vencer al temor” (“Luchando por el metal”) y Alejandro Sganga (violín de “El fin de los incuos”). Esa noche tocó tambien Dr. Rock, ante un público compuesto por músicos, gente que prestaba equipos, los eternos allegados y algún que otro pibe con una pelota en la mano que miraban como preguntándose ¿que hacen en mi cancha?.
Lorem
Por ese entonces, una idea rondaba por la mente de Iorio: organizar un
concierto con varias bandas. Así es como llevado por amigos en común llega
a la casa de Alberto Zamarbide, con quien organiza el que fuera el primer
concierto de Heavy-Rock hecho en Bs.As., que tuvo lugar en enero de este
año, al aire libre en la sede del club Atlético Chacarita Jrs., ubicada
en la Av. Alvarez Thomas y Federico Lacroze. Para esto, van juntos a hablar
con la comisión directiva de un club que vivía su decadencia, y obtienen
la aprobación sin establecer claramente que tipo de bandas se presentarían.
La tarima de la batería la hicieron con un ropero que encontraron por el
lugar, el sonido fue hecho por amigos de Ricardo y las luces eran mínimas
y casi inexistentes. La publicidad de los afiches y volantes eran hechos
en casa y pegados obviamente, por ellos mismos, en los cuales se leían
los nombres de los cinco grupos que participaban: La máquina infernal,
Manila Express, Ácido nítrico, WC (donde cantaba Zamarbide y Gustavo Rowek
tocaba la batería) y V8. El público consistía en unos 50 que seguían a
V8, unos 20 a WC y el resto eran amigos y allegados de los músicos presentes.
Menor fue el número que no se intimidó con lo que fue la anécdota de esa
noche, al subir al escenario el batero de V8, "Pesadilla" y tirar literalmente
a Manila Express con silla incluída. Es que este solista, con su guitarra
acústica y temas blandos con letras intrascendentes era más de lo que éste
podía soportar, acuciado por la ansiedad de tocar.
Esta actuacion es exaltada porque constituyó un acontecimiento innegablemente
definitorio en la historia del rock duro en este país. En aquel momento,
Pedro no estaba muy de acuerdo en que se presentaran en este festival,
ya que le parecía un salto muy grande para la banda que carecía de experiencia
en escenarios grandes. Pero el grupo se hallaba muy entusiasmado con esa
posibilidad, pues aunque eran concientes de los riesgos a que se exponían
consideraban que tocar para ese público eminentemente hippie, era una buena
oportunidad para dejar establecida su propuesta metálica, vale decir el
"esto somos y acá estamos". El día anterior a su presentacion V8 llega
al estadio, tal como habían sido citados. Luego de esperar varias horas,
la produccion les informó de la imposibilidad de probar sonido ese dia,
convocandolos para la mañana siguiente. El sábado llegan temprano, pero
tras permanecer varias horas calcinandose bajo el sol, mientras al resto
de los musicos los habían cómodamente instalado en una carpa especialmente
con servicio de comida y bebidas frías, nuevamente les impiden probar el
sonido. Faltando pocos minutos para que V8 saliera a escena Pedro se traslada
al campo con su videocámara, y se ubica al costado de la torre donde se
encontraba el equipo de filmacion contratado por la produccion del festival.
El público se encontraba apaciblemente sentado, cual siesta de verano,
esperando ver sus blancos ídolos y escuchar sus mensajes plenos de amor
y paz, cuando de pronto irrumpe V8 sobre el escenario con sus negras camperas
de cuero, sus tachas y su cruda realidad plagada de inconformismo social.
Un par de días antes, Ricardo y Jeckill (amigo y asistente) habían confeccionado
las muñequeras que usaron ese día Iorio y Civile, y el parche de la batería
lo habían forrado con una tela negra en la que se destacaba un V8 hecho
con tachas. La imagen que ofrecia V8 sobre el escenario era comparable
a la de un grupo europeo, con los pelos muy largos, cuero y una actitud
enérgicamente rebelde. Ricardo Iorio usó en esta oportunidad un bajo flecha
(nunca visto en el país) hecho por él mismo con el mango del primer bajo
que tuvo y que rompiera en el escenario del club Harrods. Civile había
preparado una Fly especialmente para rompera en esta actuacion, acción
que luego juzgaría despectivamente la prensa con frases como "La archi
conocida rotura de guitarra. Fuera de epoca." El equipo de filmación encargado
de registrar el evento filmó integramente la actuacion de V8 a través de
sus cámaras duspuestas sobre el escenario, que entorpecían continuamente
el libre desplazamiento de la banda, como lo prueba la filmación que registró
Pedro Leontjew. Sin embargo, no pudiendo excluirlo por la conmoción que
su actuación produjo, V8 aparece en la película de B.A. Rock en una pequeña
serie de imagenes detenidas, como si fuesen diapositivas. Estando por terminar
el show, Pappo ingresa al campo provocando que la gente ubicada en la parte
posterior del campo comenzara a vivarlo, bajo el grito de ¡Dale Pappo!.
Esto es cizañosamente desparramado por la prensa al publicar un comentario
en el cual decía que las personas presentes le habían dado la espalda a
V8 por Pappo. A esta altura de la actuacion de V8 el sonido ya era desastroso,
aumentando aún más el rechazo del público, incapacitado por completo más
allá de la esquiva voluntad, de apreciar con alguna nitidez la expresion
musical del grupo. Los parlantes de reamplificación encargados de tirar
el sonido al público habían sido colocados debajo del escenario, bastando
que unas pocas personas se colocaran delante para formar un colchon que
adulterara el sonido. Ahora bien, si a esto se le suma la falta total de
experiencia del operador en cuanto al sonido que una banda se esta naturaleza
requería, y la mala disposición de la que había dado suficiente muestra
la producción, el resultado inevitable no puede ser otro que el obtenido:
un sonido deplorable, sólo apto para sepultar a un grupo que creyera consagrarse
mediante tal presentación.
Pero en ese punto V8 no entró en ningún momento, lo que le permitió sentirse
satisfechos consigo mismos, ajenos a todo ese fatal entorno que envolvió
su actuacion, y que no logró ni siquiera mellar su energía ni la firme
convicción en lo que apostaban.
Convencimiento del que Iorio dio muestras cuando, al bajar del escenario,
se le acerca el productor responsable del evento a aconsejarle se dedicaran
"a hacer música más tranquila, más entradora, explotando la imagen como
secreto del exito". A estas palabras el bajista contesto con una gloriosa
puteada cara a cara. Inmediatamente después acuerdan dirigirse a la casa
de Pedro para ver la filmación (años después comercializada por manos ajenas
a Leontjew), y al salir del estadio se encontraron con que como la gran
mayoría del publico asistido a Obras sólo para ver a V8, retirándose luego
de su actuación y aguardando en las puertas del estadio a los músicos para
felicitarlos y brindarles todo su aguante. En la semana posterior, Pedro
se reune con los V8 para decidir si continuaba o no con su tarea, ya que
se encontraba en un momento en el que deseaba invertir en el equipamento
de la banda, pero había algunas cosas en las que no estaba de acuerdo.
Una de ellas fue que Pedro creía conveniente un receso del grupo hasta
tanto no estuvieran bien armados, bien ensamblados, para lo cual proponia
un "concentramiento" en los ensayos. Pero el enfoque profesional que Pedro
requería no se adecuaba a los hábitos ni personalidades de los músicos,
por lo que de esta manera, decide no seguir con su trabajo. Diez años después
de su desvinculación y entrevistado para la confección de este libro, Pedro
Leontjew conmemora esa época como una de las más felices de su vida, recordando
con nitidez los detalles del tiempo que compartió con la banda y afirmando
que el V8 que él conoció era un grupo genuino, con un tremendo caudal energético
y una marcada rebeldía que hacía de este un grupo muy evolucionado para
esa época. Pedro Leontjew jamás quiso ocuparse de manejar otra banda. Al
finalizar Pedro con su funcion en el grupo, V8 se queda no solo sin representante
sino tambien sin sala de ensayo, por lo que teniendo en cuenta las escasísimas
posibilidades del grupo, se trasladan a la casa de Zamarbide, donde preparan
un lugar mínimamente adecuado en el sótano, entregándose sin pérdida de
tiempo a sus ensayos. Una noche como tantas, faltando pocos días para las
fiestas de fin de año, llega Pappo al ensayo y les propone hacer un show
junto a Riff y a Los Violadores. Por supuesto que este último grupo y V8
fueron los soportes de Riff, como quedó claramente establecido en los afiches
que el productor de Riff, Mundi Epifanio mandó a imprimir, en los que se
podía leer el nombre de sus manejados desde 100 Mts. de distancia, y el
de los otros 2 grupos poco menos que con lupa. El lugar elegido para este
show fue el Club Atlético San Miguel y la fecha el 26 de diciembre. Ese
día se encontraban en la casa de Zamarbide esperando que pasara el flete
para buscarlos y cargar los precarios equipos con que contaban. Con el
correr de las horas y notar que no llegaría, se organizan juntando plata
entre todos para pagar la nafta de una camioneta del padre de Zamarbide,
donde cargan todo y pasan a buscar a Los Violadores, imaginandose que el
flete también los habia puenteado. Cuando estaban atravesando Campo de
Mayo los militares los detienen pidiendoles la documentacion correspondiente,
encontrándose al revisar la parte trasera de la camioneta con una imagen
que los excedia. Milagrosamente, el padre de Beto los convence contándoles
una historia poco creíble, y a pesar de los inconvenientes logran llegar
a San Miguel. Enfurecidos Ricardo y Beto se bajan de la Ford y entran al
club atacando verbalmente a Mundi y al sonidista. En esa oportunidad se
podían ver punks, heavys, rockeros y hasta algunas personas provenientes
de zonas lindantes que sin seguir ni conocer a ninguno de los grupos presentados,
asistieron a la convocatoria generando algún tipo de disturbio fuera del
club. Las camperas de cuero ya comenzaban a proliferar, al igual que las
muñequeras, los chalecos y camperas de jean con tachas y remeras pintadas,
hechas en casa, al no exhibirse en ningun comercio esta clase de cosas,
ya que aún el negocio heavy no se había explotado, ni habían aparecido
todavía en T.V. modelos luciendo "accesorios heavy".
Los integrantes de V8 salieron a escena con toda su fuerza, brindando
un show memorable en el que a pesar de las malas ondas, se sintieron muy
contentos de haber podido tocar y de haber obtenido tan buena respuesta
de un público cada vez más numeroso y sobre todo cada vez mas fiel, lo
que Ricardo y Beto festejaron alegremente al ducharse vestidos como estaban,
después de bajar del escenario.
Desinteresadamente un muchacho llamado José María contacta a V8 con Audio
Magnética, empresa dedicada a la fabricación de cintas magnéticas que con
este grupo abría un sello chico bajo el nombre de Umbral, con la intención
de editar trbajos de grupos con poca experiencia y escasísimas posibilidades
de grabar. José María les presenta a Ramón Villanueva, productor ejecutivo
del sello quien les propone grabar un primer disco, tomando en cuenta que
V8 formaba parte de la película de B.A. Rock. La realización del mismo
tiene lugar en los Estudios Edipo, ubicado en la calle Muñecas de esta
capital, en los meses de marzo y abril, La operación tecnica estuvo a cargo
de Marcelo Vitale, quien además colaboró en el tema Si puedes vencer al
temor tocando los teclados. Ya inmersos en la grabación del disco se encontraron
con más de un problema o detalle técnico, para los cuales no estaban capacitados.
Es allí que entra en escena un personaje llamado Quebracho, curtido asistente
de músicos con vasta experiencia, quien se unió a los V8, copado por la
movida de la banda, cooperando infinidad de veces, habilitándoles cuerdas,
ayudándoles a afinar, brindando consejos generales y enseñándoles en la
operación de controles y en los detalles de la mezcla. No es extraño entonces
que en la contratapa del disco aparezca una foto de Quebracho, como muestra
de agradecimiento personal del grupo, hacia este muchacho que sin ningún
interés oculto, hizo mucho en favor de V8. A raíz del descontrol de sus
actos, del que daban sobradas muestras, la produccion a cargo de Villanueva
toma sus recaudos enviando a un muchacho llamado Berniz al estudio, con
la intención de que los controlara lo suficiente para evitar excesos en
los que algunos miembros incurrían. La función que el productor esperaba
ver cumplida con Berniz era fundamentalmente la de ejercer una presión
en los comportamientos del grupo. Pero esto se le escapó de las manos ya
que a poco de estar en el estudio decidió (tal vez por aquello de "si no
puedes vencerlos, úneteles") tener una buena comunicación con la banda.
Tal es así que una tarde, O. Civile sufre un agudo dolor de muelas y Berniz
lo acompañaba al dentista. Llegados al consultorio el guitarrista observa
que la espera iba a ser más larga de lo que estaba dispuesto a soportar,
por lo que frenético, abre la puerta intimando al odontólogo a su inmediata
atención, aduciendo que como artista sufria mucho más dolor que el común
de las personas. Berniz atomáticamente apoya las palabras de Civile, quien
logra la rápida asistencia recuperándose poco después. La grabación del
disco se realizó en un marco de estrecha producción, disponiendo la banda
de muy poco tiempo, no sólo para la grabación en sí. sino para todo lo
concerniente a la edición del LP. Una prueba de esto es que el motor del
tema Destrucción, que en un principio Iorio ideó que fuera el de un motor
V8, al no encontrarlo en forma inmediata y bajo la presión del tiempo,
se vio forzado a ir a un garage de la vuelta del estudio y grabar el sonido
de un Torino que, entre los que se encontraban en ese lugar, era el más
semejante. En oposición al bajo presupuesto y a la consiguiente tiranía
del tiempo, se encontraban el entusiasmo y las ganas de llegar a la creación
con las pocas posibilidades con las que se contaba. Es así como Ricardo
Iorio, propulsor de no esperar a tener todo en orden y bien ensamblado
para recién entonces salir a tocar, tejía mayormente la historia de V8
no sólo a medida que las propuestas iban llegando, sino también a través
de su trabajo persinal y sobre todo de su convencimiento en salvar los
obstáculos e inconvenientes siempre presentes, a fuerza de talento, perseverancia
y habilidad. Los temas que integraron esta 1° placa se lograron, en su
mayoría trabajando en conjunto, y las letras pertenecen a R. Iorio, a excepción
de Parcas Sangrientas y Angeles de las tinieblas que responden a la autoría
de B. Zamarbide, Torturador a O. Civile y el célebre Destrucción, inicialmente
compuesto por G. Rowec y luego pulido por R. Iorio. Entrando ya en el final
de la grabación de "Luchando...", se dedican al tema de la contratapa.
Anunciadio un festival para el 6 de enero en el Club Deportivo de Merlo, con la participación de V8, Los Violadores y Sumo, entre otros, debió suspenderse a raíz de la pésima organización. Más de 1000 pesonas se convocaron en las primeras horas de la tarde, soportando un calor agobiante incentivados por la opción de ver reunidos a tres grupos que, aunque de distinta manera, llegaban mucho a la gente. No se llegó a concretar pues sus organizadores (representantes del grupo WC) no cumplieron con sus obligaciones pretendiendo llevar a cabo esta movida con demasiada improvisación, no exenta de oscuras intenciones, ya que en los afiches aparecía WC con letras de mayores dimensiones que las de las primeras bandas participantes, lo que luego increíblemente justificarían como un error de imprenta. No contando con la seña requerida por los servicios de sonido e iluminación ni con los permisos pertinentes, estos paracaidistas se borraron, suspendiéndose el festival, lo que desenfreno la intervención policíaca, que aprovechó la ocasión para llenar su comisaría con mucha gente (ajena a esas maniobras) que fue detenida.
Contando con nuevo material y con la intención de plantear la posibilidad
de editar un disco, el líder y el vocalista de V8 se contactan con el sello
Umbral, que ya se encontraba independizado de la empresa Audio Magnética.
Sin valorar su obra, pero con un pleno conocimiento de la magnitud de la
convocatoria del grupo, Ramón Villanueva accede a tal proposición considerándola
un conveniente paso comercial. De esta manera, V8 ingresa en el mes de
septiembre al estudio Panda, dando inicio a la grabación del tercer y último
álbum: "El fin de los inicuos". Grabado en dieciséis canales bajo la supervisión
técnica de Peter Baleani, la producción ejecutiva estuvo a cargo de Ramón
Villanueva y la artística de Salvador Belleone quien, aproximadamente un
par de meses antes se había involucrado con el sello, con intenciones (no
del todo claras) de poner una productora. En un principio el álbum se iba
a titular "El vivo sustento del inquisidor" según una idea de Iorio quien
también había realizado un dibujo alusivo como ilustración de tapa. Ante
la oposición de Zamarbide y Roldán, Finalmente se determinó que la misma
se conformaría de una pintura de Jérôme Bosch (1460-1516), incluída en
un libro que contenía sus obras, que años antes Iorio había adquirido en
una de aquellas peculiares exploraciones en busca de lo extraño compartidas
con el inolvidable "Chofa". A diferencia de las 300 horas que demandó la
descontrolada grabación de "Un paso mas...", la de "EL fin de los inicuos"
se produjo en un tiempo aproximado de ochenta horas, obteniéndose un resultado
superior. Ya encerrados en el estudio, el fanatismo evangélico que experimentaban
Zamarbide y Roldán (ya que Cenci aún no intervenía) se evidenció crudamente,
hecho que sembró confusión en sus seguidores provocando que lo denominaran
"disco evangelista". Salvo Trágico Siglo, cuyo autor es A. Zamarbide y
el Salmo 58, extraído de la Biblia, adaptado a la música compuesta por
M. Roldán, el resto de los temas que integraron este disco responden a
la autoría de R. Iorio.. Si bien estas letras presentaban un contenido
espiritual (ya esbozado anteriormente en temas como Deseando destruir y
matar o Cautivos del sistema), su autor los había creado intuido por el
material literario correspondiente al culto espiritista "Escuela Científica
Basilio", suministrado por los padres de Osvaldo Civile, quienes se desempeñaban
como directores de una de sus filiales. Estas ideas fueron tildadas de
brujerías, desvirtuando su significado y condenadas por todos los inquisidores
que, a lo largo de la historia impusieron el oscurantismo, llámense católicos,
judíos, testigos de Jehová o evangelistas. Así R. Iorio en su calidad de
autor, denuncia en La gran ramera el engaño que esconde la Iglesia, en
Ciega ambición la falta de posibilidades que presenta el sistema , en El
fin de los inicuos el egoísmo que envuelve la ambición desmedida, en El
vivo sustento del inquisidor retrata las imposiciónes ejercidas por las
instituciones religiosas, en Antes que los viejos reyes la gravísima represión
que los milicos llevaron a cabo enfermos de poder y en Reina Ciega el rumbo
que tomó la humanidad con su egoísmo.
Varias de estas letras sufrieron modificaciones efectuadas por Zamarbide
y Roldán, quienes se manifestaron disconformes con determinadas palabras
o frases usadas por Iorio, considerándolas ofensivamente opuestas a la
creencia religiosa que ellos profesaban. Ajenos a esta realidad muchos
fueron los fanáticos del grupo que se confundieron, llevados principalmente
por el cambio que Zamarbide y Roldán demostraban públicamente en sus charlas
evangélicas, provocando que consideraran al bajista, en su condición de
líder, como responsable de esta etapa. Prueba evidente de que no fue así,
es la letra del tema que originalmente fuera compuesto por Iorio en el
´79 (poco después que junto al "Chofa" Moreno crearan V8) con el nombre
de Voy a enloquecer y que siete años mas tarde modificara A. Zamarbide
grabándose en El fin de los inicuos bajo el título No enloqueceré. Influenciado
profundamente por sus respetables, pero aún así, muy personales creencias
religiosas, el vocalista tergiversó escencialmente el sentido ideado por
su autor
Estoy muy cansado / Ya ni se que hacer / me parece que / voy a enloquecer / Todo sigue igual / ó peor que ayer nunca paro de correr / Ya no se quien soy / ya no se que hacer / solamente entiendo que / el tiempo se va de mi / y se acaba infeliz / con este ardor no quiero seguir.
Ya no estoy cansado / se muy bien que hacer / ahora lo comprendo / no he de enloquecer / Nada sigue igual / ya murió el ayer / he parado de correr / nada sigue igual / ya murió el ayer / ahora si entiendo que / con la presencia de Dios aquí / mi alma no ha de morir / con ningún temor / me han de confundir / Ahora si entiendo que / quien te induce a evadir / es quien te ha de reprimir / con ese ardor no quiero seguir.